Como cualquier prenda de vestir, la gorra merece un tipo de lavado especial para garantizar que se mantenga en las mejores condiciones. Hay que lavarla frecuentemente porque concentra una gran cantidad de sudor que se genera en la cabeza y que se absorbe en la tela. Sin embargo, teniendo cuidados básicos puede ser una pieza de gran durabilidad.
Uno de los elementos que más se decolora en la gorra es la tela de la estructura. La exposición al sol, al sudor y al abuso hacen que pierda poco a poco su tonalidad original. Un principio básico para prolongar la vida útil de la gorra y sus características de color y bordado intacto es jamás meterlas en la lavadora. La mecánica de las tinas, el choque con otras piezas de ropa y el centrifugado son sus principales enemigos.
Cómo lavar una gorra, pasos clave
Hay personas a quienes les duran las gorras en perfecto estado durante años. Algunos incluso tienen de los más variados tipos y colores para combinarlas con su atuendo en cada oportunidad diferente. Cuando se recibe o se compra uno de estos accesorios siempre surge la pregunta de cómo lavar una gorra y estos son algunos de los pasos básicos:
- Lávala siempre a mano. Una buena forma es haciendo una solución entre agua y detergente líquido de ropa delicada. Si es de color claro, usa los que son indicados para estos tonos, y de igual forma si la gorra es oscura o negra.
- Respeta el sentido de la trama de la tela. Los expertos en el lavado de gorras consideran que lo más importante es respetar la trama de la tela para evitar que pierda textura, o que el bordado se vea afectado por un cepillado muy rudo.
- Cepíllala con un cepillo de dientes. Esta es la mejor herramienta para lavar una gorra y asegurarse que queda perfectamente limpia. Utiliza un cepillo del tipo medio, y consérvalo exclusivamente para el lavado de las gorras. Es muy raro que destiñan, pero si tuvieses ese caso, deja un cepillo de dientes para las oscuras y otro para las claras.
- Lávala por dentro con vigor, pero sin arruinarla. Pon especial atención en la cinta interna que va cosida a la visera y que protege la frente del roce de las costuras.
- Suelta la correa posterior antes de lavarla. Haz esto todo el tiempo, pero mucho más si se trata de una gorra con hebilla metálica.
- Déjala secar sin pinzas. Presionar una gorra con una pinza sobre una cuerda es marcarla con la presión del plástico y la madera. Una muy buena forma de secarla es cerrar la correa en torno a la cuerda. Si fuese totalmente cerrada, pon la pinza justo en la cinta que protege la frente y que no queda expuesta.
- Seca lo más que puedas los elementos metálicos. Sean ojales o broches posteriores, incluso hebillas decorativas en la visera, sécalos lo más que puedas, así como también las zonas a su alrededor. A mayor cantidad de agua, se oxidarán más rápido manchando la tela.
Un secreto adicional de cómo lavar una gorra
Cuando se responde a la pregunta de cómo se lava una gorra hay una recomendación básica y fundamental. Déjala secar de forma natural y nunca la retuerzas. Una gorra que se retuerce perderá su forma y se arrugará irreversiblemente, porque estos implementos no pueden plancharse. Cuélgala y déjala secar escurriendo el agua de manera natural para que no pierda su estructura.